La Puerta de Alcalá
La Puerta de Alcalá es uno de los iconos más característicos de la ciudad de Madrid. Constituía junto a la Puerta de Atocha, la Puerta de Segovia, La Puerta de Bilbao y la Puerta de Toledo, una de las cinco antiguas puertas reales que daban acceso a la ciudad de Madrid.
Fue construida por Carlos III, sustituyendo una antigua puerta del siglo XVI. Fue diseñada en el siglo XVIII por el arquitecto Francesco Sabatini y es considerada como uno de los monumentos histórico-artístico más importantes de la capital.
Las dos caras de las Puertas son distintas, según dicen, el artista elegido por Carlos III para realizar el diseño de la Puerta le envió varios bocetos a este. El rey, por erro, aprobó dos de ellos y Sabatini no sé atrevió a hacer caer al rey en su error, por lo que decidió aunar los dos bocetos.